Llevamos más de 20 años dedicados a la rehabilitación integral de edificios.
Nuestro objetivo principal, es radicar con el problema, porque con un picado superficial no es suficiente, hay que llegar al soporte deteriorado y picarlo en profundidad.
La fachada de un edificio, juega un papel esencial en el ahorro energético, en el confort y en la calidad de vida de los que allí habitan.
Una fachada con un mal mantenimiento suele estar sucia, llena de grietas, humedad, manchas verdes… unos síntomas que hacen que la apariencia del inmueble sea más viejo, y puede originar problemas tanto en el exterior cómo en el interior de la vivienda.
La seguridad es uno de los aspectos más importantes por los que se recomienda rehabilitar una fachada, ya que es posible poner en riesgo, no solo nuestra integridad sino la de los viandantes.
Una fachada defectuosa puede generar desprendimientos de material pesado que puede generar daños graves.